Cómo prolongar la sensación de bienestar de las vacaciones
Las vacaciones pueden ser sumamente beneficiosas, pero sus efectos poco duraderos si no cuidas el modo en que te reinsertas en el mundo laboral y en la rutina familiar. Por ello te acercamos algunas claves para prolongar la sensación de bienestar y volver a la normalidad descansado y tranquilo.
Todos disfrutamos de las vacaciones, de alejarse de la rutina y desconectar del trabajo, las obligaciones y poder dedicar algunos días a descansar y pensar en divertirte. Son una necesidad básica para poder afrontar todo un año de trabajo sin caer en estrés y dejar de lado las preocupaciones por un momento. Sin embargo muchas veces el retorno puede ser difícil, el tener que ajustarse nuevamente a los horarios de oficina, a la carga de trabajo y a la rutina con la familia. Por ello, toma nota de algunas claves para que la transición sea más sencilla y la sensación de bienestar se prolongue.
Los beneficios de las vacaciones
A diferencia de muchos otros placeres, las vacaciones son definitivamente una ayuda para la salud física y mental. Un reciente estudio de Kuoni y Nuffield Health estudió la incidencia de las vacaciones en el estado de salud, dividiendo a sus voluntarios en 2 grupos, uno que continuó su jornada laboral habitual, y otro que disfrutó de un viaje de 2 semanas a Tailandia, Perú o las Islas Malvinas.
Si bien el número de participantes del estudio fue limitado, los resultados fueron significativos, puesto que quienes tomaron las 2 semanas de vacaciones retornaron con valores más bajos de presión arterial (6% menos que quienes trabajaron en ese mismo período) y estrés, y una mejor calidad de sueño. Asimismo, los viajantes registraron un estado anímico mayor y una pérdida de peso.
Pese a estas cifras, ¿cuál es el grado de permanencia de estos beneficios? ¿Hasta cuándo es posible percibirlos? Un estudio de la docente de la Universidad de Radboud de Países Bajos, Jessica de Bloom, en el que analiza 5 variables (estado de salud, de ánimo, tensión, energía y satisfacción) de 96 trabajadores holandeses, revela que los efectos de las vacaciones disminuyen luego de la primera semana hasta desaparecer por completo luego de la segunda. Afirma además, que incluso cuando no se dispone de vacaciones, lo mejor es disfrutar más por menos tiempo.
Cómo prolongar la sensación de bienestar de las vacaciones
La psicóloga por la Universidad de Jaén (UJAEN) y responsable del Centro de Psicología L-Mental, Francisca Barba Colmenero, explica algunas claves para prolongar esa sensación de bienestar físico y emocional que revelan los estudios mencionados previamente:
Uno de los problemas principales del verano es que hay actividades que sueles limitar a ese tiempo y que siempre asocias con el tiempo libre, sostiene Barba Colmenero: "Es importante que todas las actividades que realizas en verano y te agradan no se conviertan en exclusivas de él, sino en algo habitual que nos permita ganar en bienestar y en autoestima".
Hay comportamientos que se asocian a lo cotidiano y generan más estrés, como los "conflictos con compañeros en el trabajo, suspender un examen, ruido, atascos, etc.", pero hay otros positivos, explica, "que nos ayudan a protegernos ante estados de ansiedad y estrés, así como a reforzar nuestra autoestima. Entre ellos, llevar una adecuada alimentación, tener un estado físico saludable y dormir bien".
Para convertir una actividad limitada al verano en algo de todo el año necesitas "elegir una actividad que sea concreta y que nos guste: hacer ejercicio durante 15 minutos, pasear en bici por las tardes, tomar una ensalada cada noche, etc. Se trata de actividades que podemos ‘medir’ para valorar cuando la hemos cumplido. Si obtenemos buenos resultados y conseguimos que nos aporten bienestar tanto físico como mental, será más fácil convertirla en un hábito".
Para convertir esta actividad en hábito, Barba Colmenero propone utilizar un calendario o agenda donde anotar lo que piensas hacer y en qué horario y comprometerte a ello: "Hay que empezar con esta actividad lo antes posible y no posponerla para la siguiente semana cada vez que llega ese día".
Al convertir esta actividad en algo regular, aumentarás tu autoestima, que "son las percepciones, pensamientos, evaluaciones y sentimientos que tenemos de nosotros mismos, así como de nuestra manera de ser y de comportarnos. Cuando tenemos la autoestima baja nos sentimos mal, tristes, decaídos, tendemos a autocriticarnos en todo lo que hacemos, creemos que todo nos sale mal…", afirma la experta.
Concretamente, para aumentar la sensación de bienestar es necesario convertir lo negativo en positivo: "Quiérete, acéptate tal como eres y aprende a valorarte. ¡Qué más nos da lo que piensen los demás de ti!", necesitas atender a tu salud, hacer ejercicio, alimentarte de forma saludable y así reducir la ansiedad y el estrés. Además, necesitas confiar en lo que haces, tus capacidades y opiniones, ponerte metas e intentar alcanzarlas, ser positivo y liberarte de lo que te hace sentir mal: "utiliza la risa como la mejor de las terapias”, recomienda.
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