"Los jóvenes investigadores deberían abandonar el minifundismo investigador e integrarse en redes y en grandes equipos transnacionales"

Con motivo del IV Congreso Iberconceptos presentamos una entrevista a José Fernández Sebastián. Desde 2005 Sebastián dirige Iberconceptos, un amplio proyecto internacional en historia conceptual comparada del mundo iberoamericano.
Javier Fernández Sebastián
es catedrático de Historia del Pensamiento Político en la Universidad
del País Vasco y el principal investigador del Grupo Historia intelectual de la política moderna y del Proyecto
Historia conceptual, constitucionalismo y modernidad en el mundo
iberoamericano: Lenguajes y conceptos político-jurídicos fundamentales.
Iberconceptos ya tiene casi una década de andadura durante la cual ha ido creciendo hasta albergar a más de un centenar de investigadores de diversos países y a convertirse en un proyecto de enorme envergadura ¿Cuáles son sus proyectos a medio y largo plazo?
Nuestra idea es seguir profundizando en una serie de temas en torno a los cuales hemos constituido ya media docena de grupos. Se
trata de campos semánticos que atraen fuertemente la atención de los
historiadores en estos últimos años, tales como Conceptos políticos
fundamentales; Lenguajes de la identidad; Religión y política;
Territorio y soberanía; y, por último, Historia e historicidad en la era
de las revoluciones. Además, varios de nosotros tenemos mucho
interés en el papel de las traducciones en la recepción, transferencia y
adaptación de determinados textos políticos en la región, así como en
el apasionante mundo de las metáforas, en especial en aquellas metáforas
que se refieren al vínculo social.
Uno de los frutos de Iberconceptos, el libro colectivo La Aurora de la Libertad. Los primeros liberalismos en el Atlántico iberoamericano (Marcial Pons), acaba de ver la luz. ¿Qué va a aportar este libro a la historiografía?
En primer lugar, una síntesis crítica breve, pero muy útil e
informativa, sobre la historiografia referente al liberalismo del siglo
XIX en cada país. En segundo lugar, los doce casos analizados cubren
la mayor parte de esa extensa y abigarrada comunidad de países a la que
llamamos Iberoamérica (incluyendo no sólo España, Portugal y América
latina, sino también Centroamérica y las grandes Antillas del Caribe
hispano). Pero tal vez el elemento más distintivo de la perspectiva
adoptada en este libro sea la aproximación genuinamente histórica a
estos liberalismos. Hemos tratado de acercarnos al punto de vista de los
actores del pasado para intentar entenderlos en sus propios términos.
En lugar de aplicarles un esquema más o menos prefabricado de
liberalismo, nos hemos esforzado por comprender a partir de las fuentes primarias qué entendían ellos por “liberalismo” (por entonces una ideología incipiente). Nuestra aproximación permite entender que en
las primeras décadas del siglo XIX muchos de aquellos pioneros
liberales se imaginaban a sí mismos como parte de un movimiento
transnacional, euroamericano e incluso tendencialmente universal, en
lugar de ceñir sus proyectos casi en exclusiva al interior de las
fronteras nacionales, como sucedería más adelante, con la consolidación de los Estados y la cristalización de los primeros partidos.
Además, están trabajando en el segundo volumen del Diccionario político y social del mundo iberoamericano. La era de las revoluciones, 1770-1870. ¿Qué añade éste al anterior volumen?
En el primer volumen del Diccionario de Iberconceptos, que vio la luz
en 2009, analizamos de manera comparada una decena de conceptos
políticos modernos básicos, observando cómo dichos conceptos
(América, Ciudadano, Constitución, Federalismo o Historia, entre otros)
se formaron y evolucionaron en nueve países iberoamericanos diferentes.
Para este segundo volumen hemos seleccionado otros diez conceptos
políticos fundamentales: Civilización, Democracia, Estado,
Independencia, Libertad, Orden, Partido, Patria, Revolución y Soberanía.
Además de ampliar el corpus y los conceptos objeto de estudio, hemos
extendido también considerablemente el ámbito territorial de la
comparación hasta abarcar los siguientes espacios y países:
Argentina, Brasil, Caribe-Antillas hispanas, Centroamérica, Chile,
Colombia, España, México, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela.
El impulso y apoyo a los jóvenes investigadores es una de las bases del proyecto. ¿De qué forma se materializa ese apoyo en Iberconceptos?
Hemos tratado de difundir ampliamente los fundamentos teóricos y
metodológicos de la semántica histórica a lo largo de la última década
a través de diversos cursos y conferencias en numerosas universidades y
centros de investigación de España, Europa y las dos Américas. Además
el Seminario Permanente de Historia Intelectual de la Política Moderna
que mantenemos desde hace años en el campus de Leioa (y por el que han
pasado algunos de los mejores especialistas), las becas predoctorales y
cierto número de tesis doctorales dirigidas por nosotros desde esta
perspectiva, así como unos pocos contratos para investigadores doctores
con financiación externa, nos han permitido asentar esta línea de
investigación en los últimos años. Tanto en Europa como en los EE UU y
América latina, la UPV es la referencia dentro de España cuando de historia conceptual se trata.
Nuestro destacado papel en el lanzamiento y la dirección del European
Conceptual History Project es una forma de reconocer esta posición
preeminente en el escenario internacional. Por otra parte, la abundancia de candidaturas de académicos españoles y extranjeros de primer nivel que optan a puestos Ikerbasque para integrarse en nuestro grupo, es asimismo muy reveladora.
¿Tiene Iberconceptos convenios de colaboración con otros grupos y unidades de investigación?
A corto plazo esperamos alcanzar un acuerdo con Concepta (International Research School in Conceptual History and Political Thought),
una institución radicada fundamentalmente en los países nórdicos, para
lanzar un curso bilingüe (español/inglés) de Introducción a la Historia
Conceptual de dos semanas de duración dirigido sobre todo a
estudiantes hispanohablantes de posgrado. Con ese fin esperamos cerrar
muy pronto un convenio interuniversitario de la UPV con la UNAM y otras
dos universidades, una argentina y otra brasileña, para poner en marcha
el citado curso en enero de 2014. Siempre hemos procurado que nuestros
doctorandos realicen estancias en otros países (en particular en los
centros de investigación más avanzados), les hemos alentado para que
participen en congresos y workshops internacionales, que procuren
publicar en las revistas más prestigiosas, etc. El consejo
fundamental que siempre les doy es que no pierdan ninguna ocasión de
formarse e “internacionalizar” su actividad investigadora todo lo
posible, entrando así en debate con colegas de otros países.
En un momento aparentemente crítico para las nuevas generaciones de profesores universitarios e investigadores, cuéntenos, basándose en su experiencia, ¿cómo ve el futuro de la investigación en España y en Iberoamérica?
Así como las grandes empresas internacionales evitan poner todos los
huevos en la misma cesta y suelen diversificar sus inversiones en
distintas áreas del mundo, los jóvenes investigadores deberían
abandonar el minifundismo investigador y el parroquialismo para cultivar
más bien la interdependencia, integrándose en vastas redes y en grandes
equipos transnacionales. Del mismo modo que se sugiere combatir la crisis
con “más Europa”, pudiéramos decir que la consigna “más Iberoamérica”
resulta igualmente válida dentro de nuestro ámbito cultural. Sería
necesario que no sólo los gobiernos, sino los bancos y grandes empresas
privadas con sensibilidad por estas cuestiones impulsaran decididamente
los programas trasatlánticos de I+D+i, apoyando la investigación de
calidad, incluidas las líneas de investigación punteras en historia,
ciencias sociales y humanidades, como lo viene haciendo por cierto
Santander Universidades, y hablo por nuestra propia experiencia.