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Los Premios Nobel de Química: Mario Molina y Harold Kroto

7/06/2012

 Imagen Relacionada Los dos premiados serán investidos doctores honoris causa por la Universidad Complutense de Madrid. El acto tendrá lugar el jueves 7 de junio, a las 12:00 h, en la Sala Grados de la Facultad de Medicina (Ciudad Universitaria).
Mario J. Molina-Pasquel, Premio Nobel de Química 1995, y Harold W. Kroto, Premio Nobel de Química 1996, recibirán el reconocimiento honoris causa. Los profesores Ramón González Rubio y Emilio Morán Miguélez leerán las laudatio en un acto presidido por el rector José Carrillo.

Mario Molina (México, 1943), profesor del Instituto Tecnológico de Massachussets, es una referencia mundial sobre cambio climático. Especializado en química atmosférica, sus investigaciones sobre los efectos dañinos de los CFC (clorofluorocarbonos) sobre la capa de ozono condujeron a la firma en 1994 del protocolo internacional de Montreal que prohibió su fabricación y le valieron en 1995 el Nobel de Química, que compartió con Paul J. Crutzen y F. Sherwood Rowland.

Ingeniero Químico por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y doctor por la Universidad de California, Berkeley, Molina se ha interesado siempre por el problema ambiental. Fue uno de los primeros científicos en alertar a la comunidad internacional sobre la necesidad de detener la producción de CFC y no se limitó a señalar el adelgazamiento de la capa de ozono sobre la Antártida, sino que demostró que los CFC la estaban destruyendo. Es un activista en política científica; defiende la necesidad de modificar radicalmente el modelo actual de producción mediante un uso de la energía mucho más eficiente y es uno de los 18 Premios Nobel que en 2008 pidió que el agua dulce sea considerada Patrimonio de la Humanidad. En noviembre de 2008 fue elegido asesor del equipo del presidente Obama para cuestiones medioambientales.

Sir Harold Kroto (Inglaterra, 1939), profesor de la Universidad de Florida desde 2004, fue con anterioridad profesor de la Universidad de Sussex, en el Reino Unido. Científico pluridisciplinar, sus intereses van desde la síntesis orgánica a la química interestelar, pasando por la mecánica cuántica y la espectroscopía (fue pionero en la espectroscopía de microondas). Recibió el Premio Nobel de Química en 1996 –compartido con Robert Curl y Richard E. Smalley– por su descubrimiento del C60, una nueva forma de carbono puro –diferente del diamante, del grafito y de otras menos conocidas–, denominada fulerenos o fullerenos. Se trata de una nanopartícula con la forma exacta de un balón de fútbol que tiene propiedades físicas, electroquímicas y mecánicas excepcionales y que abrió multitud de campos en la Química, la Física y la Ciencia de los Materiales.

Convencido de la importancia de la divulgación científica de alta calidad, Kroto creó en 1985 la Fundación VEGA, a la que destinó íntegramente la dotación económica del Nobel y que entre otras actividades ha estado produciendo hasta este año documentales para la BBC.

Kroto y Molina son bien conocidos en la Complutense, ya que han participado en los Cursos de Verano de El Escorial. Profesores e investigadores de la UCM mantienen relación científica con ellos.

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