Aunque las estadísticas de desempleo pueden ser preocupantes y la competencia en el mercado laboral es fuerte, la demanda de talentos es cada vez mayor.
Hay personas que consideran que apenas ingresan a su trabajo pueden notar que es el empleo de sus sueños pero son la minoría. Deberás tener presente lo que quieres de tu puesto laboral.
Créate una carpeta personal y sé honesto al hacerla. Piensa si lo que te gusta es conocer gente nueva, hacer análisis financieros o resolver problemas. Aprovecha las oportunidades que te ofrece la universidad para descifrar lo que más disfrutas hacer.
No olvides mencionar tus trabajos previos en tu hoja de vida. Y ten presente que toda experiencia laboral previa que tengas será muy valorada.
Si puedes dar cuenta de tus habilidades que son intransferibles, hazlo. Lo más importante es que puedas determinar el tipo de empleo que quieres tener.
Tus redes de contacto serán sumamente importantes para dar impulso a tu carrera. Los reclutadores participan de eventos de networking por lo que será conveniente que tú también estés allí para hacer contactos.
Puede que el verano pasado hayas trabajado como camarera y no haya sido el mejor trabajo del mundo pero reconoce que ese empleo te ha ayudado a aprender sobre liderazgo y a saber actuar en ambientes estresantes.
Será muy bueno que te rodees de compañeros que puedan auxiliarte cuando lo necesites pero ten presente que las tareas las debes hacer por tus propios medios.
Presta atención a las entrevistas laborales de prueba, piensa en las técnicas o estrategias utilizadas y redacta bien tu currículum vitae. Haz una lista con posibles respuestas que te permitan demostrarle al reclutador tus habilidades.