El chino es un idioma sumamente difícil, pero con más de 1350 miles de millones de hablantes, definitivamente será clave. Por ello, actualmente en España 40.000 jóvenes y adultos han optado por estudiarlo.
El estudio del chino mandarín, el idioma más hablado del mundo (1.197 millones de hablantes) por delante del inglés y el español, está creciendo en España. Se estima que unas 40.000 personas actualmente estudian mandarín en el país, 15.000 de ellas adultos y los restantes 25.000 jóvenes no universitarios, menores de 18 años.
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Más de una treintena de universidades del país ofrecen cursos de chino, como también lo hacen diversas academias privadas, escuelas oficiales de idiomas, o el Instituto Confucio. Además, los grados universitarios de Estudios de Asia Oriental ofrecen una formación en cultura y tradiciones chinas.
El gerente de ESL en España, Juan Pedraz, sostiene que “quizás estudiarlo (este idioma) en España pueda estar de moda, pero lo que nosotros podemos corroborar es que no hay una tendencia de españoles que se vayan a China para aprender o mejorar su nivel”.
Muchos no consideran la posibilidad de formarse en China porque dicen no estar preparados para el choque cultural, ya que las costumbres son muy distintas y necesitas tener la mente abierta y flexibilidad para adaptarte.
Por su parte, la coautora de ¡Aprende chino ya!, Ainhoa Segura, afirma que aprender chino “es una necesidad. El mundo chino se ha abierto a nivel cultural y económico, y los occidentales estamos preparándonos para el futuro próximo. Asistimos a un cambio de liderazgo político y económico en el mundo y las personas previsoras quieren estar preparadas para ello”.
Entretanto, la directora de ESEUNE Business School, Nuria Celorio, sostiene que “estudiar chino es una respuesta lógica a una demanda del mercado laboral, que necesita personas que puedan trabajar de forma eficiente con empresas chinas”.
El creador del método 8Belts, Anxo Pérez, explica que “aprender chino, a día de hoy, es como empezar una maratón una hora antes que el resto de corredores”.
Hay una falsa creencia de que los españoles somos “negados” para el aprendizaje de lenguas, sin embargo, los especialistas en lingüística afirman que “no hay malas formas de aprender, sino formas mejorables de enseñar”.
Este idioma en particular exige dedicación y muchas horas de estudio, involucrarse en actividades culturales, lectura en el idioma o tener contacto con docentes nativos.
En 2013 más de 7.000 personas se presentaron a los exámenes oficiales del Instituto Confucio y este año se estima que la cifra ascenderá a 12.000. A nivel mundial, el número de estudiantes de mandarín se aproxima a los 5 millones.
Hay muchos exámenes oficiales. Algunos, como el HSK, de 6 niveles diferentes, que se centran en la escritura y gramática, aunque muchos los superan sin poder seguir una conversación fluida. El HSK es indispensable para quienes no son nativos de China pero quieren estudiar o trabajar allí.
Otros exámenes populares son el HSKK para chino hablado, el YCT para los más jóvenes, el BCT para probar las habilidades en el mandarín de negocios y el HSKE, el examen que hoy tiene el Instituto Confucio.