Arturo Pérez-Reverte: “todo escritor empeora con el tiempo”
En una reciente entrevista con el diario argentino La Nación, el periodista y escritor español Arturo Pérez-Reverte reveló algunas de las vicisitudes de ser escritor.
Tras la presentación de su libro “El francotirador paciente” en la Feria del Libro de Argentina, el licenciado en Periodismo, escritor y miembro de la Real Academia Española (RAE) Arturo Pérez-Reverte habló con el diario rioplatense La Nación y dio a conocer algunas de sus visiones acerca del mundo de la escritura, y la realidad que hoy rodea al arte.
Se muestra molesto con el mundo que hoy lo rodea: inculto, ignorante, hipócrita y colmado de "sinvergüenzas analfabetos" en el poder, y recurre a la escritura para escapar un presente que lo disgusta. La novela le permite desarrollar nuevas realidades y maneras de lidiar con injusticias, transformar paradigmas, castigar, dar sentido a cosas que no lo tienen, asegura.
El impulso del escritor amateur
Su más reciente novela alude a sus andanzas como reportero, de las que declara añorar “la juventud y la libertad”, donde no se estaba rodeado de tecnología y la independencia era palpable.
Riverte admite que el tiempo ha afectado su escritura y considera que “todo escritor empeora con el tiempo”. Sostiene que el período de mayor vigor es el inicial, donde hay más creatividad, “frescura” y fuerza, un impulso que luego se torna más profesional.
La profesionalización no es buena, afirma, ya que si bien el escritor se vuelve conocido y se le reconoce por su obra, pierde su “estado de gracia inicial que tiene toda figura de la literatura cuando desembarca en el mundo de la narración”. Una vez que un escritor se consolida mantiene una narrativa similar y deja de innovar y mirar su obra con ojos críticos y sentido común: “No tienes ningún elemento exterior que te ayude a vigilarte; el único elemento es la propia lucidez”.
A lo largo de su carrera admite haber abandonado o aplazado novelas solo para continuarlas más adelante, siendo más maduro. Explica que “un escritor lúcido, a los 40 o 50 folios, sabe lo que va a ser la novela en la que está trabajando. ¡Lo sabe! Cuando me di cuenta de que una novela no iba por el buen camino, la he dejado sin ningún problema”.
La inspiración literaria
Riverte explica que las novelas no son decisión del escritor y no son preconcebidas, sino que “las novelas te eligen ellas”. Considera que las bases que hacen al escritor son 3: la lectura, la vida y la imaginación.
Es precisamente en la vida donde el “escritor digiere lo que ocurre a su alrededor” y es esta combinación de factores la que un día engendra una idea, una novela.
Leer más...