El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) a través de la Encuesta de Población Activa (EPA) corroboró que en los primeros tres meses de 2012, el número de parados alcanzó a 5.639.500 personas; la tasa de paro se incrementó en 1,59 puntos.
El nuevo indicador supera las expectativas del Gobierno que había pronosticado en su cuadro macroeconómico una tasa del 24,3%. En este contexto, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, señaló la necesidad de trabajar desde el Ejecutivo "con más intensidad si cabe" para abordar las reformas necesarias.
Desde el Ministerio de Economía sostienen que el indicador crecerá hasta alcanzar el 25% de desocupación aunque a medio plazo los efectos de la reforma laboral comenzarán a vislumbrarse y para 2013, estiman que el paro descenderá al 24,2%.
Por su parte, la firma de calificación de riesgo Standard & Poor's prevé un panorama más oscuro. Augura que la tasa de paro llegará al 25,5 % en 2013 y que no se creará empleo neto hasta 2016.
Hoy hay más hombres, mujeres y extranjeros sin trabajo lo que ha repercutido en una mayor cantidad de hogares con todos sus miembros en paro. Éstos aumentaron en 153.400, alcanzando a un total de 1.728.400. En contrapartida, aquellos con todos sus miembros ocupados disminuyeron en 252.300.
Entre los hombres, el paro aumentó en 183.700 personas; en mujeres en 182.200 y entre los extranjeros en 67.400. La tendencia también se mantuvo en diferentes tramos etarios como ser entre los que tenían entre 16 y 19 años, los de 20 a 24 años, los mayores de 55 y, los más perjudicados, los que tenían entre 25 y 54 años con 301.600 personas más desempleadas.
Aunque el sector de los servicios fue el más perjudicado con la destrucción de 184.800 empleos, el paro afectó duramente también a otros tales como el de la agricultura, la industria y la construcción.
En este contexto, hay quienes alzaron sus voces para señalar que la reforma laboral está haciendo “estragos”.