
Analizar la pertinencia de los objetivos, la viabilidad de las expectativas y el esfuerzo de los participantes es elemental para obtener algún tipo de enseñanza de un proyecto que no alcanzó el éxito.
Más allá de la decepción inicial,
todo fracaso puede suponer una oportunidad para aprender de los errores y crecer. El portal
muypymes.com propone una serie de preguntas que permitirán evaluar los fracasos, extraer algo positivo de ellos y evitar repetirlos en el futuro:
1. ¿Los objetivos estaban bien definidos?
Muchas veces, los individuos se centran en proyectos que no son pertinentes a sus objetivos profesionales o personales e incluso se embarcan en iniciativas que no les apasionan, lo que les impide llevar adelante el emprendimiento con el espíritu necesario. En otras oportunidades, no tienen un rol bien definido dentro de un proyecto en equipo, lo cual compromete el éxito de las metas planteadas.
2. ¿Las expectativas eran razonables?
Aunque siempre se debe dar lo mejor en aras de obtener los mejores resultados, existen
expectativas que exceden las posibilidades de cada uno. Por ejemplo, si una persona lleva tan sólo dos años en una empresa, no es de esperar que se convierta en el
CEO de la noche a la mañana. Para evitar desilusiones, se debe
calibrar el proyecto y las metas según la realidad actual, teniendo en cuenta las capacidades propias y la situación en la que uno se encuentre.
3. ¿Se hizo todo lo posible para triunfar?
La falta de esfuerzo o entusiasmo puede ser la razón detrás de un fracaso, y no hay nadie mejor para juzgar cuántas energías ha invertido en determinado proyecto que uno mismo. Es recomendable, además, analizar si se consideraron todos los ángulos del dilema y si se exploraron todos los posibles caminos.
4. ¿Se exagera al contemplar las consecuencias del fracaso?
Los fracasos tienen un fuerte impacto en la emotividad de las personas y cuando un error es reciente, se suele exagerar su alcance y sus dimensiones. Más allá de la angustia inicial, se deben templar los ánimos y considerar si el fracaso meramente afecta nuestra productividad durante un par de días o si tiene un impacto que va más allá de lo inmediato, lo cual ayudará en la elaboración de un plan de acción.
5. ¿Qué enseñanzas se pueden obtener del error?
Para aprender de un fracaso, se deben
revisar los objetivos, el enfoque y la estrategia empleada en el proyecto.
Puede que, al realizar un análisis detallado, se encuentre la causa que impidió el éxito. Más allá de la lección puntual, la enseñanza puede ser un apoyo invaluable a la hora de emprender una nueva iniciativa.
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