Comenzar a beber de joven aumenta el riesgo de tener problemas siendo adulto

20/10/2014

En el marco del simposio anual sobre drogodependencias, varios expertos han advertido del daño que el alcohol genera en el cerebro de los más jóvenes y cómo comenzar a beber siendo joven aumenta el riesgo de tener problemas en la vida adulta.

El pasado jueves se llevó a cabo el Simposio anual sobre drogodependencias en Bilbao, organizado por el Instituto de Drogodependencias de la Universidad de Deusto, y en esta ocasión dedicado principalmente al consumo de alcohol entre adolescentes y jóvenes. El evento contó con destacados profesionales en el área, como la jefa del laboratorio de Patología Celular del Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia, Consuelo Guerri y el neuropsiquiatra del hospital universitario 12 de Octubre, Gabriel Rubio. Ambos advirtieron sobre los daños a largo plazo que generan los "atracones" en los jóvenes , aumentando el riesgo de tener problemas siendo adulto.

 

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Los atracones frecuentes afectan la memoria y el aprendizaje

El cerebro joven puede recuperarse completamente de una borrachera, pero si éste padece "atracones" de alcohol todos los fines de semana, se pierde de manera permanente la capacidad de aprendizaje y memorización, generando un "retraso irreversible en la zona de conocimiento". Así lo afirmó Consuelo Guerri, quien advierte además que "ya se está viendo a muy buenos estudiantes que fracasan en la universidad, porque no pueden aprender, no entienden lo que leen ni captan lo que les dicen". 

 

La Dra. recordó que el cerebro continúa desarrollándose hasta los 21 años, y recomendó a los mayores de 18 años que "si quieren tener la máxima capacidad intelectual, es mejor que no se emborrachen y menos todos los fines de semana y con el estómago vacío, porque a palo seco el alcohol se absorbe más".

 

Asegura que es fundamental que los adolescentes estén informados acerca de los riesgos, para luego ser "libres de elegir lo que quieren hacer con su vida". Sin embargo, "tampoco hay que asustar, porque no pasa nada por emborracharse una vez, el problema es cuando repites todas las semanas". 

 

Cambios en el patrón de consumo de alcohol

El alcohol ha estado presente en las sociedades desde hace millones de años y sigue vigente en la actualidad. Estos comportamientos se remontan a los orígenes de la fruta, 130 millones de años atrás, cuando las plantas con flores aparecieron en la era Cretácica, a partir del cual un género de levadura conocido como Saccharomyces evolucionó para alimentarse de ella. En el proceso, se descubrió un nuevo truco fisiológico, donde en lugar romper el azúcar completamente para utilizar su energía, se descomponía parcialmente para emitir etanol como residuo. 

 

Guerri recuerda que el alcohol se ha bebido desde "siempre", y que los adultos también lo beben. Sin embargo, sostiene que se han producido cambios en el "patrón" de consumo, y que hoy se consume excesivamente, con atracones frecuentes los fines de semana sin siquiera ingerir alimentos. 

 

"En dos horas se machaca al cerebro y cuando ese cerebro se está recuperando, llega otra vez el fin de semana y lo vuelves a machacar", lo que resulta "mucho más peligroso consumir la misma cantidad de alcohol en pocas horas, que distribuido en varios días, porque no se llega a picos tan altos de alcohol en sangre".

 

La adolescencia es un período sumamente crítico en el consumo de alcohol y otras drogas, porque el hecho de que el cerebro aún esté en desarrollo hace que sean unos "inconscientes, que no vean los peligros y que les guste el riesgo".

 

Antes de comenzar a consumir alcohol, la zona que controla los estímulos "se hipersensibiliza", aumentando el riesgo de padecer problemas con el alcohol en la adultez, advierte la especialista. Si se comienza a beber a los 21 años, el riesgo de sufrir algún problema es del 5%, mientras que si se comienza a los 12, el riesgo se eleva al 20%

 

Por su parte, Gabriel Rubio se ha referido a un estudio que afirma que los adolescentes han sufrido malos tratos tienen más riesgo de consumir excesivamente las drogas. Además, aclaró que en la investigación se ha considerado no sólo el abuso sexual y físico, sino además "la sensación" de algunos jóvenes de que sus padres no les prestan suficiente atención, especialmente "frecuente cuando el padre y la madre trabajan y están fuera todo el día", afirmó.

 


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