En el marco del III Encuentro Internacional de Rectores Universia, los rectores y presidentes de las universidades de Yale, Cambridge y Heidelberg, potencias de la educación mundial, hablaron acerca del estado de la formación y la importancia de la globalización en el sector.
La educación superior ha superado las barreras nacionales, y pasando a conformar una comunidad universitaria internacional, con equipos de investigación transnacionales, docentes de distintas procedencias enseñando en distintos puntos del globo, y una integración real del conocimiento. En el marco del III Encuentro Internacional de Rectores Universia, la sesión plenaria, que inauguró las discusiones en torno al futuro de la Enseñanza Superior a nivel global, contó con las opiniones de representantes de algunas de las universidades más importantes del mundo, como Yale, Oxford y Heidelberg.
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Durante la sesión plenaria del Encuento, el presidente de la Universidad de Yale, Estados Unidos, Peter Salovey discutió el concepto de globalización en la educación, refiriéndose a que la palabra ha perdido significado en el mundo actual, ya que "usamos esa palabra varias veces para hablar de varias cosas" .
La Universidad de Yale es un referente entre los centros de educación de Estados Unidos y del mundo, frecuente integrante del Top 10 de los rankings más prestigios del sector como el de Shanghai, QS o Times Higher Education (THE). La sesión también contó con la presencia de los rectores de la universidades de Oxford, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Heidelberg y la Nacional de Singapur (NUS).
En esta instancia también se pronunció el rector de la Universidad de Oxford, Andrew Hamilton, quién se refirió al futuro de la Educación Superior a nivel mundial: “Los desafíos cambian con el pasar del tiempo. Estamos viviendo en un mundo de desafíos cada vez más complejos. Y con la Educación Superior no podría ser diferente", afirmó.
Agregó además que "las universidades siempre lograrán su propósito", ya que "tienen una capacidad singular tanto desde el punto de vista de educación como desde la formación de las personas".
En cuanto a la evolución del sector, Hamilton considera que el énfasis se ha centrado mucho en la tecnología, pero que el rol de la universidad continúa progresando y con ello comienzan a surgir nuevas asociaciones e investigaciones multidisciplinares. Para explicarse, planteó el caso de su propia universidad: "en Oxford, hacemos muchas investigaciones sobre enfermedades tropicales en África, por ejemplo (...). El éxito de esas colaboraciones influencian directamente en las políticas de la Organización Mundial de Salud (OMS) con medicamentos, fruto del trabajo colaborativo".
Considera que estas asociaciones son clave, pero reconoce que si bien la excelencia en investigación es una obligación "ahora tenemos que organizar la investigación de forma más compleja. Las universidades necesitan crear nuevas formas de colaboración". La internacionalización es una de estas formas, y "tiene una influencia poderosa".
En el caso de Oxford, sostiene que casi un 15% del cuerpo docente tienen nacionalidad extranjera, y que en los últimos años se ha producido un aumento sustancial en el número de investigaciones con autores de diferentes nacionalidades (del 26% al 36%).
Las universidades tienen un papel clave en el siglo XXI, ya que no sólo deben diseminar el conocimiento, sino utilizarlo para innovar: "las universidades necesitan producir políticos, industriales, académicos... Necesitan hacer con que esa innovación y prosperidad ocurran".
El rector de la Universidad de Heidelberg, la más prestigiosa de Alemania y una de las 50 mejores del mundo de acuerdo al Ranking Times Higher Education (THE), Bernhard Eitel discutió el papel de la universidad y las diferencias entre un enfoque cosmopolita y uno global.
Considera que la universidad cosmopolita es individual, mientras que la global supone una aproximación más amplia: "tenemos que responsabilizarnos por los Derechos Humanos, por la justicia y por el aire que respiramos. Los problemas no pueden ser resueltos por universidades individuales".
Sostiene que pretenden que la investigación cosmopolita funcione correctamente y se destaque en sus campos de actuación, pero "para que eso ocurra necesitamos de apoyo en el sector de la política, industria y sociedad", un paso fundamental "para dejar un legado para nuestros hijos y netos".