Todos sabemos que estudiar solo puede resultar difícil. Hay demasiadas distracciones y nunca logras sentarte y concentrarte en lo que lees. Una gran solución a esta dificultad es el compañero de estudios. Existen muchos beneficios en esta relación: con un compañero siempre tendrás presente la fecha de la prueba, compartirás calendarios de estudio, entre ambos se motivan a continuar, pueden realizarse preguntas para prepararse.
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Los compañeros de estudio pueden intercambiar proyectos o trabajos y proveer una mirada fresca y diferente a lo que el otro ha hecho y compartir ideas o realizar críticas antes de entregarlo. Si te enfermas un compañero puede entregar tu trabajo.
Puede que tu compañero comprenda ideas o conceptos que tú no y podrá explicarte. También ayudará a mejorar tus habilidades de búsqueda en la biblioteca y encontrar recursos en los que tal vez no pensaste.
Cómo elegir un compañero de estudio
Este proceso no es tan sencillo, por eso si quieres seleccionar a un gran compañero de estudios toma nota de los siguientes 4 consejos:
1. No elijas a un amigo como compañero de estudios
Puede resultar tentador elegir a un amigo para estudiar, pero esto no será productivo ya que comparten demasiado y querrás cotillear. Comenzarán a recordar o hablar de algo completamente distinto al estudio. Es demasiada distracción. Conviene dejar las amistades fuera de la rutina de estudios.
2. Encuentra a alguien con quien tengas una buena relación
Si bien los amigos hacen malos compañeros de estudio, también es mala idea estudiar con alguien que no te cae bien. No necesariamente debe ser alguien con quien tengas una relación increíble, pero al menos con quien conectes en algún nivel.
3. Elige a alguien que sea tan inteligente como tú
Puede que te resulte tentador elegir al más inteligente de la clase, pero esto puede no ser tan productivo como piensas. La otra persona también querrá obtener algo de la sesión de estudio. Si ambos comparten un mismo nivel intelectual es más sencillo que se expliquen y enseñen mutuamente.
4. Encuentra un compañero con un horario flexible
No tiene sentido tener un compañero de estudio que jamás tenga tiempo para reunirse o con el que ni siquiera puedas comunicarte. Evita las personas con agendas caóticas o cursos que consuman demasiado tiempo. Es mejor que sea alguien que pueda hacerse un tiempo para estudiar cuando lo necesites.