Desde la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) han afirmado que los cambios en los planes de estudio que está considerando Educación podrían afectar negativamente a una ya confundida comunidad universitaria y aconseja frenar su implementación hasta que se asiente el Plan Bolonia.
Recientemente, el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes de España (MECD) planteó la posibilidad de cambiar la modalidad de grado y máster que hasta hoy se aplica en el país, para adaptarlo a los demás sistemas universitarios vecinos, con el fin de facilitar la homologación y los trámites burocráticos. Esta semana la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) ha presentado un nuevo estudio a Educación en el que recomienda esperar para realizar nuevas reformas en la educación superior y así permitir que el Plan Bolonia finalmente se asiente para evitar mayores dolores de cabeza a los jóvenes.
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El estudio se presenta unos días antes del Consejo de Universidades, que se celebrará el miércoles 23 de julio y acudirán representantes de Educación y de las universidades españolas. Allí se espera que el órgano nacional cierre el orden del día con este asunto. La cuestión fue planteada en principio por las universidades catalanas, quienes consideran que la mayoría de las instituciones de formación superior ofrecen esta modalidad.
En 2010 y como parte de la Declaración de Bolonia firmada en 1999 por diversos ministerios de Educación de Europa, comenzó a regir el conocido como Plan Bolonia. El proceso forma parte del Espacio Europeo de Educación Superior creado en 2007, ambos con la finalidad de facilitar la movilidad de graduados, la acreditación y homologación de los títulos entre los países firmantes y una adaptación de las titulaciones a las demandas del mercado y la sociedad.
En España, este proceso se ha prolongado y dificultado a raíz de la crisis económica que azotó al país, y hasta ahora no se ha asentado completamente. Bolonia estableció en España que el título de grado equivale a 240 créditos europeos o a 4 años lectivos, con algunas excepciones (Arquitectura, Farmacia, Medicina, Odontología y Veterinaria) y en el caso de los títulos de máster la duración es de 60 a 120 ECTS (European Credit Transfer System), lo que equivale a 1 o 2 años lectivos.
Sin embargo, los cambios propuestos por Educación para alterar los planes de estudio de 4 años lectivos a 3 en los grados y de 1 o 2 años de máster a 2. Sin embargo, desde la CRUE consideran que estos cambios pueden ser complicados hoy en día, ya que pueden generar aún más confusión en una comunidad universitaria “saturada de cambios normativos”.
Los nuevos grados, apunta la institución, generarían una convivencia de 3 planes diferentes, con las viejas licenciaturas de 5 años, los grados de 4 años que rigen hoy y los planes de grado de 3 años, que agregarían más "inestabilidad" al sistema y supone alteraciones en la reglamentación que pueden incidir en las plantillas docentes y aumentar las tasas académicas. Ya hoy en día las tasas de las universidades públicas se encuentran entre las más caras de la región y no se compensan totalmente con el sistema de becas, dificultando el acceso.
El informe, elaborado por la Comisión Académica Sectorial de las Universidades Españolas (CASUE), considera que los estudios de grado no son nada "homógeneos" en Europa, como plantean las universidades catalanas, sino que se encuentra en revisión en muchos centros de estudios internacionales como es el caso de Estados Unidos, y también se está tratando en Asia y América Latina, que hoy en día tienen el mismo sistema que España.
Con este nuevo plan se generaría "un encarecimiento de los costes para el estudiante”, cuando aún no se cuenta con “un buen programa de becas suficientemente dotado” que mitigue este aumento. Actualmente el costo de los másteres es notoriamente más alto que los grados, escalando mucho sus precios con el cambio de criterios aprobado en 2012 por el Ministerio. En cuanto a los docentes, los grados son "generalistas" e instan a una asignación más flexible de docentes, mientras que los másteres suponen un grado mayor de especialización y esto podría generar un desequilibrio mayor entre ambas formaciones.