Cuando duermes también aprendes
Un grupo de investigadores de la Universidad de Northwestern hizo pruebas mediante las cuales pudieron comprobar que al dormir podemos mejorar alguna de nuestras habilidades o reforzar conocimiento ya adquirido. Una siesta de 90 minutos alcanza para lograr dicho objetivo.
Para comprobarlo, un grupo de personas aprendió dos secuencias musicales en la pantalla de un ordenador y, en paralelo, observaron círculos que se trasladaban al ritmo de la melodía durante 25 minutos. Luego, durmieron una siesta de 90 minutos durante los cuales los psicólogos evaluaron su actividad cerebral y les tocaron la misma música cuando llegaron a la etapa del sueño de ondas lentas.
Todos habían tenido un desempeño similar al tocar las melodías, previo a la siesta y, una vez despiertos, los participantes pudieron tocarla la música que habían escuchado mientras descansaban con mejores resultados.
El autor principal del estudio, James Antony, aseguró que de acuerdo a lo comprobado la siesta sirve para perfeccionar una habilidad.
Aunque los investigadores aclaran que el estudio no permite aseverar que el sueño sirve para aprender conocimiento nuevo, sí sirve para reforzar una habilidad o algo ya aprendido. Esto permitirá ayudar al cerebro a recordar aquellas cosas que son verdaderamente importantes.
En un comunicado de prensa el coautor del estudio, Paul Reber, dijo que “la diferencia crítica es que nuestra investigación muestra que la memoria se fortalece respecto a algo que ya se ha aprendido”. “En lugar de aprender algo nuevo durante el sueño, nos referimos a reforzar una memoria existente al reactivar la información recién adquirida”, añadió.