Descubren la "partícula de Dios"
El descubrimiento de la "partícula de Dios" constituye un hito histórico
que ayudará a explicar la composición de todo lo que nos rodea. Hasta
entonces, la misma constituía el único elemento del Modelo Estándar de
la Física que no había podido ser demostrado.
La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) explicó días pasados ante la comunidad científica sobre su espectacular hallazgo: el descubrimiento de una nueva partícula subatómica que confirma el bosón de Higgs, o también conocido como la “partícula de Dios”. La misma permitirá explicar la existencia de la materia.
Peter Higgs había advertido en 1964 de la existencia de una partícula especial que no es visible y que se encuentra en cada rincón del Universo permitiendo dar masa a todo lo que conocemos.
"Se trata de un resultado todavía preliminar, pero creemos que es muy fuerte y muy sólido", aseguró Joe Incandela, vocero de uno de los equipo de investigación.
En medio de la presentación que tuvo lugar en la Conferencia Internacional de Física de Altas Energías (ICHEP 2012) que se celebra en Melbourne y donde el propio Higgs estuvo presente y no pudo contener las lágrimas ante el anuncio del hallazgo, los investigadores agradecieron la colaboración de la comunidad científica y fueron recibidos con un fuerte aplauso.
En el evento se dio cuenta de los resultados alcanzados en los experimentos ATLAS (en el que ha colaborador el Instituto de Física Corpuscular, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universitat de València) y CMS del Gran Colisionador de Hadrones (LHC). El primero de ellos enfocado justamente en el descubrimiento del bosón. Según han declarado, las probabilidades de que realmente se confirme el hallazgo son muchas ya que dijeron haber encontrado la nueva partícula a un nivel de 5 sigma que hace que las posibilidades de error fueran de tres en un millón.
No obstante, Icanela fue mesurado en sus declaraciones y dijo: "hemos encontrado un nuevo bosón con una masa de 125,3 gigaelectrónvoltios (una medida usada por los físicos para cuantificar masas muy pequeñas), con un grado de consistencia de 4,9 sigma. Estamos de acuerdo con el modelo estándar en un 95%, pero necesitamos más datos".
Desde diciembre había gran expectativa respecto al anuncio del CERN ya que se sabía que “algo grande” tenía entre manos.