
Un grupo de investigadores del Observatorio de Ginebra descubrió la existencia de 36 estrellas que desafían las teorías vigentes. Se diferencian del resto por variaciones detectadas en su brillo.
Gracias a las observaciones alcanzadas por investigadores del Observatorio de Ginebra a través del telescopio suizo Euler de 1,2 metros ubicado en La Silla del Observatorio Europeo Austral en Chile, pudieron detectar la existencia de 36 estrellas con variaciones extrañas en su brillo, algo más calientes que el Sol y más brillantes.
Aunque se sabía de
la existencia de estrellas variables, conocidas de ese modo por las variaciones en su brillo en el tiempo, las recientemente detectadas gracias a la precisión con que se puede observar con el telescopio ubicado en territorio chileno, serían diferentes.
Las constelaciones fueron detectadas entre tres mil estrellas del cúmulo estelar abierto NGC 3766 en la constelación Centaurus que tiene una antigüedad estimada en 20 millones de años.
Según han constatado los estudiosos a cargo de la observación, N. Mowlavi, F. Barblan, S. Saesen y L. Eyer, tienen 0,1% del brillo normal que tienen otras de similar apariencia y los cambios se registran en
lapsos que van de los dos a las veinte horas, según información consignada en un artículo del sitio
Abc.es
Tal detección plantea nuevos desafíos para la astronomía que ahora pretende descifrar la razón de sus variaciones. Al momento, advierten que eso podría tener que ver con la rotación rápida que algunas de ellas registran.
Por su parte, Mowlavi, explicó que aunque los astrónomos deberán estudiarlo, la velocidad a la que rotan podría generar cambios en las propiedades internas de las estrellas.
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