El creador de Mario Bros ganó el Príncipe de Asturias de Comunicación
El jurado decidió premiar al creador japonés Shigeru Miyamoto por ser, en su opinión, "el principal artífice de la revolución del videojuego didáctico, formativo y constructivo".
Miyamoto acaba de recibir el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2012 en Oviedo por sus maravillosas creaciones exentas de violencia tales como “Mario Bros”, “Donkey Kong” o “The legend of Zelda”. También han destacado de él su capacidad para "innovar con programas y formatos que ayudan a ejercitar la mente" como "Brain training" y el cuerpo, como "Wii fit".
El jurado definió a Miyamoto como “el padre del videojuego moderno”. Nació hace 59 años en Kioto, donde Nintendo tiene su sede, donde empezó trabajando por enchufe y luego revolucionó el mercado del ocio y el entretenimiento.
Una vez al tanto de la premiación, la empresa envió un comunicado de prensa donde el premiado dice sentirse “muy honrado” y señala la colaboración de sus compañeros en sus creaciones ya que nada lo ha hecho en solitario, dijo.
En la misma nota, promete proseguir sus esfuerzos para que los videojuegos "no acaben siendo una moda pasajera" y que "sean capaces de ofrecer de manera continuada diversión y alegría a personas de todas las generaciones y en todo el mundo".
Algunos de sus méritos es haber conseguido que un personaje bajito, feo y mediocre como Super Mario sea uno de los héroes más queridos sin recurrir a la violencia de la que hagan gala otros videojuegos o impulsar la consola Wii de interacción y habilidad, y la Wii Fit para acabar con el prejuicio de que este tipo de ocio potencia la obesidad.
Han destacado el nivel humano más allá de las barreras geográficas y étnicas de sus personajes y juegos. Iván Fernández-Lobo, director de la feria del videojuego y ocio interactivo Gamelab, fue quien presentó al hoy ganador como candidato.
El galardón de Comunicación y Humanidades ha sido, tras los de Ciencias Sociales (para la filósofa Martha Nussbaum) y el de las Artes (para el arquitecto Rafael Moneo), el tercero que se falla en la presente edición de los Premios Príncipe de Asturias. Y está dotado con 50.000 euros, una escultura creada expresamente por Joan Miró, un diploma y una insignia acreditativos.