José Mª Sanz: “la enseñanza online no podrá sustituir nunca a la enseñanza presencial”
En el marco del III Encuentro Internacional de Rectores Universia, entrevistamos al rector de la Universidad Autónoma de Madrid, José Mª Sanz Martínez, para conocer la visión del jerarca de una de las principales instituciones de enseñanza superior en España.
La universidad está cambiando. Esta realidad ha sido reafirmada por el III Encuentro Internacional de Rectores Universia, celebrado esta semana en Río de Janeiro, Brasil. Con la presencia de más de 1.200 autoridades universitarias y representantes de los principales organismos educativos de Iberoamérica, los debates se centraron en el futuro de la enseñanza superior. Con motivo de esto, hemos entrevistado al rector de una de las principales universidades de nuestro país, José Mª Sanz Martínez de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), y asistente del evento.
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Los cambios de la Universidad en el entorno social
La nueva realidad social necesariamente implica cambios en la estructura universitaria y en los contenidos. Para Sanz, la institución “se va ajustando a la realidad social y económica de una sociedad competitiva (…) cumple una función primordial de formación integral del estudiante, que tiene como objetivo fundamental su participación activa en la sociedad, entendiendo incluida en ella su inserción laboral”.
El aumento de estudiantes, centros de estudios y campos de especialización han sido constatado por recientes informes, lo que para Sanz “lleva a la búsqueda constante de mayor calidad” pero además a un “mayor interés por promover la internalización”.
La función social de la Universidad es crucial, y de acuerdo al rector de la UAM, hay 2 aspectos especialmente importantes en torno a ello: “la universidad como reflejo de la sociedad y como entidad/institución que coopera”, pero además “como fuente de conocimiento y de productividad económica”, por lo que los gobiernos no deberían “dejar de invertir en educación superior porque contribuye al progreso social”.
Cumplir con las expectativas del alumnado
Además de proveer profesionales listos para enfrentar las adversidades del mercado laboral, la universidad es un espacio para jóvenes con intereses y expectativas diversas. Existen maneras de medir el grado de satisfacción de los jóvenes, tanto de manera directa como indirecta, explica Sanz.
De manera directa puede recurrirse a encuesta que evalúen a los docentes, a los informes de “comisiones de calidad y seguimiento de las titulaciones”, o a la evaluación de las prácticas. Indirectamente, se mide con las cifras de satisfacción e inserción laboral y las solicitudes de admisión para titulaciones o para la formación continua.
Formación presencial vs online
Para el jerarca de la UAM, los límites entre ambas modalidades de formación son difusos, pero reconoce que “la enseñanza online no podrá sustituir nunca a la enseñanza presencial, ni tampoco superarla”. Es un componente muy positivo para la docencia, pero no sustituye “el contacto directo con el profesor y sus compañeros en el aula física”.
Sin embargo, admite que la docencia online “tiene un campo indiscutible de predominio y de desarrollo” que es la oferta académica para los jóvenes, “a través de la red en el marco de los recientes MOOCs, de los cursos de formación continua y de los estudios de Posgrado”.
El problema de la divulgación del conocimiento científico
Sanz considera que “el progreso científico requiere de sistemas de control de la calidad así como de herramientas informáticas cada vez más completas”. En primer lugar, con la consolidación de las nuevas tecnologías en comunicación, la calidad es difícil de garantizar y monitorear, asegurándose “respeten los criterios de garantía que marcan las revistas y editoriales especializadas”.
Existe una necesidad de contar con comisiones u organizaciones científicas de prestigio que validen la información transmitida y la calidad de los datos, y afirma que ya se observan “muchos avances en los sistemas de citación debido a que las herramientas informáticas cada vez son más completas”.
Las patentes y la propiedad intelectual son también temáticas que requieren atención, ya “que atañe especialmente a las ciencias y que requiere también de adaptaciones y reformas de tipo jurídico para que los avances no se vean obstaculizados”.
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