En total, 1.500 millones de personas, equivalente a la mitad de los trabajadores del mundo, podrían beneficiarse del traspaso de nuestra actual economía a esta otra más “sana”.
La actividad agrícola, la pesca, la energía, la fabricación de productos, el reciclaje, la construcción y el transporte, serán sectores claves en ese pasaje o transición.
Se entiende por economía verde aquella que, reduciendo los riesgos en el ambiente y el daño en la ecología, permite mejorar la calidad de vida de una sociedad y la equidad. Suele ser baja en carbono y muy eficiente en el manejo de recursos.
El Centro de Noticias de la ONU difundió declaraciones de Juan Somavía, director general de la OIT donde criticó el actual modelo económico de “ineficiente e insostenible”.
No obstante, según el informe “Pymes, mercados verdes y eficiencia de recursos”, en los últimos años se ha registrado un crecimiento notorio en la cantidad de pequeñas y mediana empresas que ofrecen productos y servicios verdes.
A nivel europeo, el 52% de las PYMES se encarga de la comercialización de productos y servicios verdes, poseen etiqueta ecológica, productos ecodiseñados, con componentes reciclados o de producción ecológica. La mayoría los vende, además, en el mercado nacional.
Se calcula que en nuestro país hay 54.000 empleos verdes, 220% más que en 2010, según el estudio “Sector económico del medio ambiente en España 2011” realizado por la Fundación Forum Ambiental con el apoyo de la Fundación ICO.