La huella inborrable de Carlos Fuente
El escritor mexicano perdió la vida a sus 83 años pero sus ideas, su
mirada del mundo y cada una de las valiosas palabras que plasmó en sus
textos quedarán grabadas a fuego no sólo en hojas sino también en la
memoria de todos quienes leyeron sus páginas y seguramente en la de
quienes las leerán.
Conocedor del mundo desde pequeño gracias a la profesión de su padre diplomático vivió su juventud e infancia entre Argentina, Chile, Brasil, Estados Unidos y otros países iberoamericanos.
Se formó en leyes pero con el sentimiento y amor latente desde pequeño por la literatura. Luego, su vida y su trayectoria refleja ni más ni menos que el talento de un grande: como diplomático cuando tuvo que representar a su país –México- en la Organización Internacional del Trabajo (OIT) o como embajador en París, también bueno como catedrático de Literatura en la Universidad de Princeton, o como docente de español y literatura comparada en las estadounidenses Columbia, Harvard y Pennsylvania, entre otras.
Pero quien gritó su nombre al mundo fue su libro “Terra Nostra”, texto por el que recibió el Premio Rómulo Gallegos que ayudó a la comprensión de la nueva novela latinoamericana y a examinar la sociedad y la historia mexicana.
Desde entonces a través de “collages”, referencias, analogías o citas comenzó a presentar su visión crítica del mundo para con la sociedad y su tiempo.
En el ámbito del cine también se destacó. Y algunas de sus incursiones literarias fueron los guiones "Las dos Elenas" (1964), "Un alma pura" (1965) y "El gallo de oro" (1964) y "Pedro Páramo" (1966). De sus creaciones "La cabeza de la hidra" (1981) y "Gringo viejo" (1989) fueron llevadas a la gran pantalla.
Su gran acervo bibliográfico de 300 libros fue donado por él mismo en 2007 a la Biblioteca Nacional.
Entre sus obras más importantes se destacan "La muerte de Artemio Cruz" aparecida en 1962 y "Gringo viejo" publicada en 1985. Fue también autor de numerosos ensayos y de obras de teatro.
Recibió en vida los premios Biblioteca Breve (1967), Internacional Alfonso Reyes (1979), Nacional de Literatura de México (1984), Cervantes (1987), de Literatura del Club Nacional de las Artes de Nueva York (1988), Internacional Menéndez Pelayo (1992), insignia de Oficial de la Legión de Honor de Francia (1992), Príncipe de Asturias de las Letras (1994), título de Comendador de la Orden Nacional del Mérito de Francia (1997), Arte Editorial de la Cámara Nacional de la Industria Editorial mexicana (1998), Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid (1998), Premio a la Latinidad de las Academias de Letras de Francia y Brasil (1998) y Medalla Belisario Domínguez de México (1999).
Los últimos premios que recibió en España fueron el Premio Formentor de las Letras 2011 y el Premio Internacional Fundación Cristóbal Gabarrón de las Letras el mismo año.
Este 14 de mayo, unas horas antes de su muerte, Carlos Fuentes fue nombrado doctor "honoris causa" por la Universitat de les Illes Balears.
Días después de su muerte, la editorial Alfaguara comunicó que publicará en los próximos meses sus dos obras inéditas: "Federico en su balcón" y "Personas".
En España, la comunidad de escritores y la universitaria expresaron su dolor por la pérdida del gran escritor mexicano. La Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y la Universitat de les Illes Balears fueron algunas de las que públicamente expresaron su tristeza por el hecho.
A continuación un breve vídeo sobre la participación de Fuentes en 2010 en la Mesa de Rectores Universia para hablar a propósito de la educación de México: