La ira y la hostilidad aumentan el riesgo de sufrir una cardiopatía
Un estudio revela que las emociones negativas incrementan en un 19% las probabilidades de fallecer por una muerte cardíaca.
Emociones tales como la ira, la ansiedad, la depresión y el estrés desencadenan enfermedades en el corazón en pacientes con factores de riesgo tales como la hipertensión, perfil lipídico desfavorable, obesidad, sedentarismo y diabetes o que hayan padecido un infarto agudo de miocardio previamente.
Aunque se desconocen las causas del vínculo, los científicos han comprobado que la depresión aumenta hasta tres veces la posibilidad de morir por una falla cardíaca.
A su vez, según explicó, Sandra Rosillo, cardióloga del Hospital de La Paz de Madrid, la ira provoca la activación del sistema simpático liberando hormonas de estrés, o catecolaminas, que aumentan la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Genera un estrechamiento de los vasos arteriales propiciando la formación de trombos e isquemia miocárdica.
El estudio consistió en la revisión de evidencia realizada por investigadores del Duke University Medical Center, de Durham en Carolina del Norte y fue publicada en la Revista Española de Cardiología.
A pesar de que la incidencia de las enfermedades cardíacas en la mortalidad registrada en España viene en descenso, el año pasado continúo siendo la principal causa de muerte de nuestro país.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), tres de cada diez fallecimientos en España se debieron a enfermedades cardíacas. Y, en 2009, por esa causa murieron 120.053 personas, el 31,2% del total de los fallecimientos registrados en el año.
Cardiopatía por Estrés o Síndrome de Takotsubo
Se trata de la simulación de un infarto agudo de miocardio sin lesionar las arterias coronarias y que suele ser reversible.
"Como consecuencia de las emociones negativas, los pacientes pueden presentar palpitaciones, dolor u opresión en el pecho, dificultad para respirar, incluso en casos extremos pérdida de conocimiento. Ante esta sintomatología es recomendable, sobre todo si es prolongada o persistente, acudir al médico", advierte la doctora Rosillo.
Para evitar tales males, la Fundación Española del Corazón recomienda llevar una dieta saludable y practicar con frecuencia ejercicio para liberar endorfina y tener un mayor bienestar tanto físico como mental.