Estudiar en una institución superior con pocos estudiantes puede ser sumamente beneficioso tanto a nivel personal como profesional. Te acercamos 5 de las ventajas más importantes.
Elegir una universidad pequeña puede ser una de las decisiones más importantes de tu vida. Incluso si siempre has pensado en asistir a una universidad grande, mantener tu mente abierta a la posibilidad de elegir lo contrario es una manera inteligente de abordar tu experiencia universitaria.
Si bien los centros de estudios numerosos pueden tener mayor exposición, las universidades más pequeñas son más desconocidas pero valiosas. Después de todo, su tamaño reducido es el que les permite proveer una experiencia increíble, tanto dentro como fuera del aula. Algunos de sus principales beneficios son:
Tal vez esto suene poco atractivo al principio, pero conocer a la mayoría de tus compañeros puede ser muy útil. No solamente los conocerás, sino que tendrás la posibilidad de ser amigos con muchas personas, todas de diversos entornos y países, con diferentes perspectivas. Además, conocer a los compañeros hace a debates y reuniones más ricas y con mayor profundidad.
Si bien este beneficio es principalmente para el aula, conocer a tus docentes en un nivel mayor puede enriquecer tu vida de manera no académica. Hablar sobre temas de la actualidad con un café, conocer a sus familias o puede enriquecer tu experiencia.
Muchos universitarios están orgullosos de su alma mater, pero al graduarte de una universidad donde tienes vínculos estrechos con compañeros y el personal docente y administrativo, el sentimiento será mayor. Además, mantener un vínculo luego de la graduación puede ser beneficioso para ambas partes.
Si te gradúas de una gran institución, probablemente te encuentras con personas que asistieron allí todo el tiempo. Si, por el contrario, te gradúas de un centro pequeño, la experiencia de encontrarte con un compañero o antiguo alumno será divertida, especialmente si ocurre en algún lugar lejano a la universidad.
Las universidades pequeñas son increíbles comunidades, porque todos trabajan juntos para aprender, comprender y crecer. Si bien esto también ocurre en las grandes universidades, es especialmente notable en las pequeñas, ya que aprendes como una totalidad cohesiva en lugar de hacerlo en grupos reducidos.