Los jóvenes son más propensos a conducir ebrios si sus padres beben alcohol
Científicos españoles han analizado los factores socioeconómicos que llevan a los jóvenes a conducir bajo los efectos del alcohol, y descubrieron que las probabilidades de que un joven conduzca ebrio aumento significativamente cuando los padres también beben alcohol.
El consumo de alcohol es una problemática cada vez mayor entre los jóvenes: de acuerdo a las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta práctica provoca la defunción y discapacidad en edades tempranas, representando el 25% de las defunciones de los jóvenes entre 20 y 39 años. Concretamente en España, la OMS afirma que el 68,3% de los españoles mayores de 15 años bebe alcohol. Recientemente la Universidad de Zaragoza (UNIZAR) llevó a cabo un estudio en el que analizó los factores socioeconómicos de los jóvenes que conducen ebrios, y descubrieron que el riesgo aumenta cuando los padres consumen alcohol.
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La investigación, publicada en la revista Adicciones, analiza las cifras de más de 30.000 estudiantes de entre 14 y 18 años que participaron Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias de 2008, 6,7% de los cuales había conducido bajo los efectos del alcohol. Si bien el porcentaje puede parecer algo bajo, el autor del estudio, José Julián Escario Gracia, explicó que teniendo en cuenta que la media de los estudiantes era de 15,6 años, y por ello muy pocos contaban con permisos de conducir, la cifra es "considerable".
Una segunda parte consistió en analizar el consumo de alcohol de sus padres, en donde descubrieron que si éstos beben, las probabilidades de que sus hijos conduzcan ebrios aumenta, revelando que la prevención es una responsabilidad de los padres, y su conducta influye en la de sus hijos. Conducir bajo el efecto de alcohol es más común entre los varones que en las niñas, como también es más frecuente en los adolescentes de mayor edad.
El estudio revela que el porcentaje de adolescentes que conduce ebrio es menor cuando viven solamente con la madre, que según Escario puede deberse al "rol tradicional de la madre, caracterizado entre otros rasgos por el cuidado de los hijos". Este hallazgo se corresponde con otros estudios que afirman que la socialización materna se asocia a bajos niveles de consumo de tabaco y alcohol.
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