Los programas de cualificación profesional serán destinados a los alumnos que tienen dificultades de adaptación o que no tienen una situación económica óptima.
En el primer borrador del memorándum elaborado por el
Ministerio de Educación de cara a la reforma educativa, se establece que los programas de cualificación profesional inicial (
PCPI) prepararán al alumno para el mercado laboral y ya no sólo serán para obtener el título de
Secundaria Obligatoria.
Con dichos cambios se pretende dar una cualificación profesional a los jóvenes para que puedan lograr una competencia profesional y puedan obtener el título de
ESO una vez que superen unos módulos de carácter voluntario.
También se prevé un incremento en la carga lectiva en lengua, matemáticas y ciencias en Primaria así como menos asignaturas por curso en secundaria y un refuerzo en las materias que son básicas.
Al final de cada etapa, además, habrá evaluaciones externas con fines académicos y otra de diagnóstico en tercero de ESO.
En ESO justamente también se reducirá el número de itinerarios a dos: enseñanzas aplicadas (de iniciación a FP) y académicas (al Bachillerato). Y este último tendrá cinco vías alternativas: Ciencias e Ingeniería, Ciencias de la Salud, Humanidades, Artes y Ciencias Sociales, según el borrador.
En cuanto a los centros educativos, se hace hincapié en la separación de funciones entre el equipo directivo y del consejo escolar.
El Gobierno definirá las bases del aprendizaje de lenguas extranjeras tras consultar a las CCAA y se reconocerá "plenamente" el Bachillerato Internacional y el Europeo.