El pasado domingo 17 de junio se celebró el
. En el marco de este festejo y de la Cumbre de la
Tierra Río+20, se ha revelado que más de 1500 millones de personas se
ven afectadas por la pérdida de tierra fértil en el mundo.
Los líderes mundiales que se reunirán en la Cumbre de la Tierra de Río+20 (se llevará a cabo del 20 al 22 de setiembre en Brasil) deben aportar soluciones a la actual crisis ambiental: frenar la pérdida de suelo fértil es urgente para asegurar las necesidades de alimentación del continente africano
La pérdida de tierra fértil afecta a más de 1.500 millones de personas que viven en condiciones de pobreza y dependen directamente de los ecosistemas para satisfacer sus necesidades básicas. Desde IPADE, pedimos compromisos políticos urgentes en el ámbito internacional para frenar la desertificación y asegurar las necesidades de alimentación de millones de personas.
África, con el 45% de su territorio amenazado por la desertificación, es el continente más afectado y en 2025 podría perder hasta 2/3 de sus tierras de cultivo con el consecuente problema de inseguridad alimentaria. “El suelo está muy debilitado. Ahora la producción es menor que antes y ya no llega para alimentar a toda la familia. Además, cada año está todo más seco” señala Mamadou, alcalde de Karcia (provincia de Kolda, la región más pobre de Senegal), en el documental “Tukki, la huella ambiental” que aborda la problemática de las migraciones ambientales ante el agotamiento de los recursos naturales.
Cada año 12 millones de hectáreas de tierra se transforman en desierto en las regiones áridas, debido a las sequías y la degradación de la tierra. Esta superficie podría llegar a producir hasta 20 millones de toneladas de cereales anuales que contribuirían a garantizar la seguridad alimentaria de las poblaciones que viven en las tierras secas.
La demanda de bienes y servicios ecosistémicos sigue en aumento.
En 2050 viviremos en el planeta más de 9.000 millones de personas y para 2030 se estima que necesitaremos un 50% más de alimentos, un 40% más de energía y un 35% más de agua.
Para satisfacer solo las necesidades de alimentos, en 2030 se necesitarán 120 millones de hectáreas de tierra agrícola adicionales. Sin embargo actualmente, tenemos unas tasas de pérdida de suelo fértil que superan cualquier record histórico, alcanzando los 24.000 millones de toneladas al año.
Las soluciones deben pasar por técnicas de gestión sostenible de la tierra como la reforestación con especies autóctonas y la agroforestería, que
ya han contribuido a recuperar más de seis millones de hectáreas en el continente africano. A través de la agroforestería y la agricultura a pequeña escala podrían recuperarse más de 1.500 millones de hectáreas a nivel mundial.