Un nuevo estudio desmiente que exista una fuga de talento masiva a Alemania
Investigadoras españolas han elaborado un estudio en el que analizan el flujo migratorio de los jóvenes de nuestro país, y de acuerdo a la información recabada, la fuga de talento masiva de la que se habla no es real, sino que son personas de todo tipo y de mayor edad las que emigran.
La emigración desde España a Alemania es real. De acuerdo a las cifras del Ejecutivo, más de 16.000 españoles arribaron al país germánico en 2013. Sin embargo, un nuevo estudio del Grupo de Diversidad e innovación social de la Universidad Europea de Madrid (UEM) desmiente la fuga de talento masiva de la que tanto se ha hablado en el último tiempo, revelando que los emigrantes son cada vez de mayor edad, aunque hay una gran heterogeneidad.
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Las investigadoras Fátima Gómez, María José Santacruz, Letizia Flórez-Estrada y Rocío Moldes de la UEM ha llevado a cabo el estudio, denominado "La Tercera Fase del Sistema Migratorio Europeo, jóvenes españoles en Alemania: dinámicas de acceso al mercado laboral y construcción de redes migratorias", ha contado con fondos de la Dirección General de Migraciones y será presentado en septiembre.
Algunos datos recabados por el estudio
El estudio analiza cuantitativa y cualitativamente el fenómeno, y desecha la noción de que la emigración sea principalmente una fuga de cerebros, revelando una heterogeneidad de viajantes y de personas de mayor edad. Los datos fueron obtenidos del Gobierno de Alemania y del Instituto Nacional de Estadística (INE), así como de entrevistas con 42 emigrantes.
De acuerdo a las cifras manejadas por las investigadoras, un 10% de los españoles emigrantes son altamente cualificados y viajan por un contrato acorde a sus habilidades, mientras que muchos de ellos son jóvenes con aspiraciones de movilidad o personas mayores que repiten lo ocurrido en los 60, motivados a emigrar por la precariedad y no por el desempleo.
3 modelos de migración en España
La investigadora principal del proyecto, Moldes, declaró que el dato más relevante que develó el estudio es que "ni hay una fuga de cerebros ni son todos jovencísimos ni están todos súper cualificados". En base al análisis de los perfiles emigrantes, las relaciones sociales en el país y el conocimiento del idioma con su grado de ajuste con la oferta del mercado alemán, las investigadoras reconocen 3 modelos de migración: la "emigración móvil", la de "perfil incierto" y la "controlada".
La emigración móvil es la que representa a la mayoría de los emigrantes, en general jóvenes con experiencia internacional previa, que consideran a la movildiad clave para fortalecer su currículum. Moldes explica que "quieren una migración de ida y vuelta, porque Alemania no es un destino, sino un eslabón en la cadena, piensan que el siguiente paso es otro país y huyen de la precariedad, más que del desempleo".
Hay mucha diversidad en el grupo, pero los principales son los más cualificados que cuentan con los requisitos que solicita el empleo que han encontrado en Alemania. Uno de los ejemplos que pone Moldes es el de los jóvenes que eliminan sus titulaciones del currículum para conseguir puestos en hostelería.
Por su parte, el perfil incierto representa al 15% de los jóvenes españoles, y es aquel que se reconoce como "el migrante económico de toda la vida". Son personas que a pesar de su nivel de formación optan por abandonar el país para escapar a "una precariedad crónica y sin perspectivas".
"Llegan un poco a la aventura, no porque estén respondiendo a una oferta laboral, y buscan apoyo en la red informal para encontrar trabajo porque generalmente tienen una cualificación no muy demandada en el país y cuentan con un bajo nivel de alemán", sostiene Moldes, quién además explica que si bien los jóvenes son el foco de la investigación, hay un creciente número de mayores de 30 años en esta situación.
La fuga de cerebros
El perfil controlado remite específicamente a la fuga de cerebros, es decir aquellos con muy alta cualificación que responden a empleos ofertados poco demandados, y viajan a Alemania para conseguir esas ofertas que se ajustan a su cualificación. Representan el 10% de los emigrantes.
Ante esto Moldes señala que "no sólo hablamos de jóvenes cualificados y fuga de cerebros. La nueva emigración está más allá de la noción de la movilidad laboral en Europa porque no puede significar lo mismo moverse para un danés que para un español, con la tasa de paro que tiene en su país".
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