Uno de cada 4 fumadores ha roto una relación sentimental por culpa del tabaco
El motivo de disputa es la negativa del fumador a abandonar el vicio.
El 25% de los fumadores españoles dijo haber tenido que romper una relación a causa del tabaco y un 36% confesó haber salido de su casa de noche, en alguna oportunidad, para comprar cigarrillos. Los datos se desprender de una encuesta realizada por Ipsos MORI y la firma Pfizer en 16 país europeos y a 1.000 fumadores.
Sucede que el cigarro une y desune. Genera compatibilidad entre quienes comparten ese gusto pero, separa a quienes no tienen incorporado el vicio. Las diferencias entre fumadores y no fumadores quedan de manifiesto en el hecho de que el 14% reconoce haberle mentido a un familiar o amigo sobre su adicción.
Un 12% asegura haber evitado encontrarse con allegados en un momento determinado porque sabía que no iba a poder fumar.
Es que muchas veces la adicción puede más que la conciencia o el sentido común. El 46% dijo haber permanecido en la calle bajo lluvia y nieve con tal de fumar.
El 26% reconoce no respetar la normativa vigente y fuma en aquellas zonas no permitidas para esto. Desde el 2 de enero de 2011, rige en nuestro país la nueva ley antitabaco que crea lo que hoy conocemos “clubes de fumadores”.
A pesar de la normativa, la cantidad de fumadores todavía preocupa. Según un sondeo realizado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, el 17,65% de la población española fuma, un 0,50% más con respecto al último informe que data de 2007. No obstante, ese año un 38% de los españoles estaba sometido al humo de tabaco y ese porcentaje hoy ha descendido al 21%.
Muchos de los “adictos” conscientes del poder del tabaco en su organismo, han intentado dejar de fumar. De acuerdo a los datos recabados, el 66% lo ha intentado al menos una vez y la media asegura haberlo probado en tres ocasiones. La mayoría de ellos, el 55%, en base a fuerza de voluntad.
Sucede que el tabaco puede generar enfermedades graves, y hasta la muerte, de quien fuma pero también daños en amigos y familiares por la exposición al humo.
Según un informe de José Luis Alcázar Zambrano, de la Clínica Universidad de Navarra, publicado en 2011, las embarazadas que fuman corren serios riesgos, incluso ponen en peligro al feto. Y, aunque no se constatan malformaciones en las embarazadas fumadoras pasivas, hay estudios recientes que sí revelan un discreto aumento en el riesgo de cardiopatía congénita.