Analizan las propiedades de la bebida para derribar el mito de que su
consumo es dañino. La clave consiste en beber con moderación.
Es popularmente conocido que una dosis medida de vino, es saludable. Pero poco se ha dicho de los beneficios de otras bebidas alcohólicas como ser la cerveza, de gran consumo en nuestra población.
Aseguran que a pesar de que existen versiones que indican lo contrario, la cerveza puede ayudar a fortalecer los huesos, tratar el colesterol bueno y reducir el riesgo de contraer demencia en las personas mayores de 65 años que beben entre medio y tres litros en la semana.
En la página web de Planeta Joy se confirma incluso que los diabéticos que beben cerveza “tienen menos posibilidades de padecer una enfermedad cardíaca coronaria y también menos chances de desarrollar diabetes de tipo 2”.
A su vez, según publicó la revista Forbes, “la cerveza puede ayudar a combatir la pérdida de masa ósea en hombres y mujeres jóvenes, reconstruyéndola y fortaleciéndola”.
Los últimos estudios científicos que se ahan llevado a cabo en nuestro país han desmentido muchos mitos respecto a la cerveza. Un informe avalado por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo) y el Centro de Información Cerveza y Salud de Madrid, indica que, contrario al imaginario popular, la bebida no engorda y tiene beneficios. También tiene una capacidad importante como antioxidante y contienen entre 75 y 100 calorías y, la sin alcohol, unas 40.
La cerveza está compuesta por nutrientes como ser sales minerales, fósforo y magnesio así como también por vitamina B, explican los investigadores. De ahora en más tomar un vaso de cerveza podrá resultar tan saludable como beber una copa de vino. La clave está en hacerlo con moderación.