Al iniciar una nueva etapa laboral nos enfrentamos a una serie de dudas
bastante comunes. ¿En qué área quisiera desempeñarme?, ¿cuál es mi
perfil profesional?, ¿qué busco en una empresa?, entre otras preguntas,
son las que vienen a nuestra cabeza al momento de definir nuestro
panorama profesional.
Sin embargo, hay ciertos momentos en que esta
decisión se vuelve aún más compleja, por ejemplo al elegir entre dos
ofertas de trabajo que a simple vista parecen igual de tentadoras. Si
bien parece difícil, lo cierto es que para realizar una buena
elección hay factores que deben tomarse en cuenta y otros que -aunque
parecen fundamentales- es mejor dejarlos al final de la lista de
prioridades.
¿Cómo decidir correctamente? Este momento previo
es muy importante, y como debe analizarse a conciencia, te entregamos
una pauta de lo que debieras tener en cuenta para tomar la mejor
decisión al elegir tu próximo empleo.
Uno de los principales aspectos, a veces el único, que lleva a los profesionales a tomar una decisión es el sueldo, muchas personas sienten que éste es el factor decisivo por excelencia;
sin embargo, se equivocan.
Javier Caparrós, Director General de
Trabajando.es
España, señala que “la renta que recibes todos los meses puede ser un
incentivo importante a la hora de elegir un trabajo; sin embargo,
es
fundamental considerar otro tipo de factores que a la hora de hacer
carrera o lograr proyectarse dentro de una organización pueden ser muy
relevantes y que sin duda a largo plazo, se pueden traducir en mejores
condiciones económicas”.
Si bien el factor sueldo es importante, no siempre asegura la felicidad en términos profesionales,
porque no certifica desarrollo profesional ni crecimiento personal, y
pese a que a veces puede ser muy alto al iniciar un trabajo,
las posibilidades de aumentarlo o ascender dentro de la empresa son casi nulas.
Por el contrario, hay aspectos que otorgan mayor seguridad, desarrollo o satisfacción profesional, entre ellos
las posibilidades de crecimiento dentro de la empresa o un buen equipo de trabajo.
Además de lo anterior, hay otros factores muy importantes que otorgan beneficios relacionados con el crecimiento personal y profesional, por ejemplo
existen compañías que ofrecen a sus colaboradores opciones de capacitación (postgrados, cursos, etc.).
Así también, toman bastante fuerza el clima organizacional y la cultura
de la empresa, ya que el conocerlas puede entregarte una pista para
saber cómo será la modalidad de trabajo,
la relación entre subordinados y
jefes o entre colegas, etc. En definitiva,
la “manera de hacer las cosas” que tiene la organización, te dará una posible pauta de tu futuro desempeño en ella.
Factores propios de la empresa como su trayectoria, asociaciones,
proyecciones, clientes, entre otros, también son aspectos interesantes a
considerar, si bien es probable que no decidirás en base a esto,
siempre es bueno mantenerse informado de este tipo de factores al elegir
el próximo lugar para trabajar.
Igualmente es importante analizarse a sí mismo, hacerse preguntas
como: el cargo para el cual me estoy inscribiendo ¿es realmente el que
quiero desempeñar?, ¿doy con el perfil que se está buscando para
determinada empresa?, ¿el área en que me desempeñaré tiene que ver con
lo que quiero en términos profesionales? Éstas y otras preguntas
personales son bastante atingentes al momento de decidir entre dos o más
ofertas laborales.
“Es importante que sepas que la elección, si bien es compleja,
tiene que basarse principalmente en lo que sientes que te entregará mayor agrado a lo largo de tu vida laboral,
para algunos puede ser el sueldo y para otros la posibilidad de
crecimiento. Lo principal es alcanzar la satisfacción personal y
profesional. Con esto en mente, será un poco menos difícil decidir qué
quieres en tu nuevo desafío” finaliza Caparrós.