Especialistas estudian la posibilidad de concretar dicha técnica mediante la bioingeniería en unos diez años
Al momento, esa mecánica ha sido utilizada para conseguir algunos tejidos, cartílago o vasos sanguíneos, pero obtener órganos enteros, resulta más complejo.
Ramón Ferré, catedrático de la Universidad de Barcelona, señaló que el proyecto se encuentra en fase experimental y los resultados se podrán obtener a largo plazo. No obstante, advirtió que los estudios han generado gran interés de parte de la comunidad internacional dado su potencial para el campo de la salud.
Además, el especialista precisó que de poder llevarse a cabo, significaría un importante avance y los trasplantes incluso podrían hacerse “a la carta”, reconstruir sólo la parte dañada o hacer un trasplante unilateral.
De funcionar, la técnica de la bioingeniería permitiría solucionar la falta de donantes de órganos que se prevé exista a futuro dado que pronostican un envejecimiento de la población que hará que existan más personas susceptibles de necesitar un trasplante.
A su vez, permitiría solucionar las dificultades actuales en los trasplantes pulmonares convencionales. En estos casos, hay una tasa de supervivencia a cinco años del 50% dado que se trata de un órgano sensible y por la incompatibilidad de los donantes.
Las pruebas a nivel animal han comprobado que una rata ha podido sobrevivir dos horas luego de que se le practicara la técnica. También se han hecho pruebas con pulmones humanos.
El proceso, en esos casos, está divido en dos: una primera etapa donde se retiran las células sin dañar la estructura y, una posterior o segunda, donde se le incorporan las células cultivadas entre los bronquios y los alveolos.